Según la investigación publicada por la Escuela de Medicina de Harvard, dormir en el avión podría tener unos efectos irreversibles.
Si mientras estás durmiendo, se produce un cambio repentino de altitud, la capacidad para igualar la presión en el tímpano podría verse afectada y causar daños permanentes. Es la misma sensación que padece la mayoría de las personas en el despegue y el aterrizaje: los oídos parecen que van a estallar.
Esto se produce cuando la presión en el exterior no coincide con las de interior, sin embargo, al estar despierto, se igualan –al bostezar o tragar- abriendo un canal en el oído llamado trompa de Eustaquio, como informa Independent.
Si ese cambio de altitud se produce mientras duermes, la trompa de Eustaquio podría bloquearse, provocando un barotrauma, que afecta a los tejidos del cuerpo en los cambios de presión.
En los casos más graves, si permanece la trompa bloqueada durante mucho tiempo, se puede desarrollar una infección que provoca la acumulación de líquido detrás del tímpano con consecuencias como dolor o dificultades auditivas.
#PiensaPositivo
Fuente: Cuantro.com
Hola Mariano, yo casi siempre me duermo y feliz y sana😊🌷