Durante los próximos 5.000 millones de años, se estima que la temperatura y densidad del núcleo solar aumenten espectacularmente. Las capas exteriores seguirán expandiéndose y el Sol se convertirá en una estrella gigante roja. Luego, Mercurio, Venus y posiblemente la Tierra, acabarán engullidos por nuestra estrella.
Finalmente, el Sol acabará como una enana blanca, una estrella densa que va enfriándose poco a poco pero que, aunque no produzca energía, emite luz y calor debido a su actividad solar previa. Ya no contará con combustible nuclear.
La nebulosa planetaria NGC 2440, por ejemplo, contiene una de las más populares estrellas enanas blancas conocidas. Así acabará nuestro sol en 5.000 millones de años.
Fuente: Muy Interesante