Marzo trae consigo la primavera en el hemisferio norte y bastante movimiento entre la Luna, los planetas y las constelaciones visibles en el cielo nocturno.
Con marzo llega el final del invierno, dando paso a la primavera y al aumento de las temperaturas que eso conlleva. Tal vez este mejor tiempo te anime a salir al campo a disfrutar de un día en la naturaleza. Y como no hay un día completo sin su noche, parémonos a ver qué nos depara el cielo nocturno durante este tercer mes del año.
A principios de mes, hasta el día 11, el Sol se situará sobre la constelación de Acuario, pasando a Piscis hasta abril. Esto probablemente no contente en exceso a quienes dan validez a la pseudociencia que es la astrología, por no coincidir con lo que esta dice. Además no podremos verlo, pues el Sol y la dispersión de su luz en la atmósfera nos lo impedirán. Algo que sí podemos medir y que sí afecta nuestras vidas (aunque no de forma inmediata) será el paso del Sol por el ecuador celeste. Este paso es lo que se conoce como equinoccio. Este mes concretamente ocurrirá el equinoccio de primavera, que es el momento en el que el Sol pasa de estar por debajo del ecuador celeste a estar por encima de este, visto desde el hemisferio norte. El ecuador celeste no es más que la proyección del círculo descrito por el ecuador terrestre en la bóveda celeste. Esto ocurrirá el 20 de marzo, exactamente a las 15:33 horas. A esa hora podremos decir que ha empezado la primavera astronómica.
Pero dejemos atrás el día y adentrémonos en la noche. Durante el mes de marzo las constelaciones de invierno irán dando paso a las constelaciones primaverales. Las Pléyades, Orión y Tauro se pondrán cada vez más pronto, aunque aún serán visibles durante las primeras horas de la noche. Orión y Tauro albergan dos fantásticos ejemplos de estrellas rojas: Betelgeuse y Aldebarán. Ambas son bastante brillantes y con un color claramente más rojizo o anaranjado que otras estrellas como Rigel, también en la constelación de Orión. La constelación del Can Mayor, con Sirio a la cabeza, también irá desapareciendo. Sirio es la estrella más visible del cielo nocturno. Esta estrella es en verdad un sistema doble, formado por una gigante azul, responsable del brillo que observamos desde la Tierra, acompañada de una enana blanca, una estrella de la masa del Sol pero del tamaño de la Tierra.
Durante marzo irán cobrando protagonismo algunas constelaciones como Géminis, Cáncer, Leo o Virgo. Estas constelaciones, a pesar de resultar muy conocidas por ser parte del horóscopo, son más difíciles de identificar que otras como Orión. Castor y Pollux, la cabeza de los gemelos, nos permiten situar a Géminis. Si, una vez localizadas, desplazamos la vista hacia el este, llegaremos a Régulo, la estrella más brillante de Leo. Doblando la distancia recorrida llegaremos a Spica, la estrella más brillante de Virgo.
En lo que a la Luna respecta, empezaremos el mes con una luna nueva, que alcanzará su mínimo brillo el miércoles 2 de marzo por la tarde. Unas dos semanas después, el 18 de marzo, tendrá lugar la luna llena, que alcanzará su máximo brillo poco después del amanecer. Esta luna llena apenas 2 días antes del inicio de la primavera es la responsable de que este año la pascua caiga tan tarde. La iglesia utiliza la primera luna llena de primavera para asignar el día que ocurrirá ese año el llamado domingo de resurrección.
Los planetas tendrán este mes de marzo bastante juerga, ocurriendo varias conjunciones entre 2 de ellos y hasta entre 3 de ellos, con un poquito de Luna incluida. El principal problema para observar todo esto será que ocurrirá muy cerca del Sol y sólo será visible al amanecer y durante poco tiempo. Empezamos el mes con Venus y Marte situados muy próximos, pero con Saturno y Mercurio todavía más juntos. Tanto que podrán verse juntos a través de prismáticos o telescopios de pocos aumentos. Durante la mañana del 21 de marzo, Júpiter y Mercurio también se situarán muy juntos, aunque esto será muy complicado de llegar a visualizar, ocurriendo unos minutos antes del amanecer.
Resultará más fácil y más espectacular de ver la triple conjunción de Saturno, Venus y Marte poco antes del amanecer que ya empezaremos a poder disfrutar hacia el 24 de marzo, pero que alcanzará su máximo esplendor durante las primeras horas del 28 de marzo, cuando a estos tres planetas se sume una luna menguante. Esta increíble coincidencia astronómica tendrá lugar al día siguiente del cambio de hora de finales de marzo (en la madrugada del 27 de marzo a las 2:00 serán las 3:00). Os invitamos a quienes tengáis la posibilidad a que intentéis observar este fenómeno, que será visible entre las 6:30 y las 7:30 de la mañana aproximadamente (dependerá de en qué lugar de España te encuentres, ocurriendo antes en Baleares y más tarde en Galicia o Canarias).
Para quienes tengáis más experiencia en la observación del cielo nocturno, Urano será visible durante todo el mes en las primeras horas de la noche, hasta la medianoche. Además, el asteroide Vesta se situará entre Venus y Marte a principios de mes, haciendo fácil su localización, aunque marzo no será una época especialmente buena para su observación, teniendo que esperar hasta mediados de agosto para que alcance su máximo brillo de este año.
Fuente: Muy Interesante