Un equipo de científicos expertos en neurología, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, ubicada en Suiza, descubrió una función cerebral que, en cierta forma, era ignorada. Antes de este estudio, los expertos trataban a esta forma de comunicación entre las neuronas como un “ruido de fondo”. Entonces, con mejores análisis, entendieron que en realidad la actividad es sumamente importante.
En primer lugar, según lo reseña Slash Gear, los científicos explican que la función es importante para sostener de forma efectiva las uniones nerviosas, a medida que el cerebro envejece. Este primer hallazgo, que pareciera ser muy simple, en realidad es la base de toda la investigación.
Y es que, los defectos entre estas comunicaciones neurales, conduciría a la comprensión de muchas cosas. Entre las más resaltantes, por supuesto, estarían los trastornos neurodegenerativos. Obviamente sin descartar otras condiciones negativas del cerebro.
La comunicación de las neuronas en el cerebro, se ejecuta a través de señales eléctricas rápidas, recuerda el portal citado. En este sentido, esta función cerebral regula la liberación de algo llamado neurotransmisores. A estos últimos los apodan como los mensajeros químicos del cerebro.
Entonces, una vez que esta señal eléctrica viaja a través de una neurona, “cruzan una unión con otra neurona conocida como sinapsis. Así liberan gotas llenas de neurotransmisores que pasan la información a la siguiente neurona. Ese tipo de comunicación de neurona a neurona se conoce como neurotransmisión evocada”, detalló Slash Gear.
La función cerebral y su nueva importancia
El proceso anteriormente descrito es capaz de liberar algunas gotas de neurotransmisores, aun cuando los impulsos eléctricos no están presentes. Debido a que su frecuencia y actividad es mucho más baja, los científicos denominan a este proceso como ‘minis’.
“Los minis son los pings que usan las neuronas para decir ‘estoy conectado'”, dice Brian McCabe, uno de los autores de la investigación. Entonces el equipo que descubrió la importancia de esta función cerebral intentaron determinar si los minis eran capaces de desempeñar un papel en un sistema nervioso maduro. Por ello investigaron el movimiento de control de neuronas en las moscas de la fruta.
A medida que los insectos envejecían, sus sinapsis comenzaron a romperse en fragmentos más pequeños (Un proceso similar ocurre en los mamíferos que envejecen, incluidas las personas). A medida que se rompían las uniones nerviosas, la neurotransmisión tanto evocada como en miniatura se amortiguaba y las moscas mostraban problemas motores, como una capacidad reducida para trepar por las paredes de un frasco de plástico.
Fuente: Agencias