El ritmo frenético de la industria de la moda hace que se genere una cantidad excesiva de prendas con un gasto de recursos alto y una vida útil corta. La huella hídrica de la ropa que vestimos es un concepto que muchos desconocen pero que merece la pena ser tratado y explicado con detalle.
Es importante que conozcas tu huella hídrica, ya que se trata de un indicador medioambiental que define el volumen total de agua dulce que se utiliza en el proceso de fabricación de diferentes tipos de servicios y productos. El 20 % de las aguas residuales globales proviene de la industria de la moda.
Cuando hablamos de la industria de la moda, estamos tratando un sector que consume muchos recursos naturales y que contamina por encima de la media. La necesidad de cultivar materias primas hace que se gaste una gran cantidad de agua tanto para su tratamiento como para su tinte. Además, si el proceso no se hace en las condiciones óptimas y utilizando tintes que sean naturales, provoca la contaminación de ríos y mares.
Cada uno de nosotros está consumiendo una media de 5 mil 130 litros de agua al día. Aparentemente puede parecer una cifra muy elevada, pero entre la bebida, la cocina y el gasto de higiene (ducha, lavamanos, inodoro...) el total suma la cantidad mencionada. Además, hay que añadirle los alimentos que comes o el gasto de agua necesario para producir la ropa que vistes.
Qué es la huella hídrica y cómo se calcula
La huella hídrica es un concepto usado con el fin de medir el uso de agua directo e indirecto de una persona o de un colectivo, así como el volumen de agua dulce que se dedica a los bienes y servicios.
El cálculo no es una tarea sencilla, ya que el consumo se lleva a cabo en un país diferente, no en el mismo en el que se adquiere el producto. A modo de ejemplo, podemos decir que la huella hídrica de una camiseta de algodón empieza donde se produce el algodón y continúa en el lugar en el que se realizan los procesos de transformación de la materia, es decir, el hilado, el teñido, entre otros. Por último, también se tiene en cuenta el lugar de uso de la misma prenda.
Este cálculo de la huella hídrica es necesario para que todas las empresas y gobiernos conozcan de primera mano en qué punto de la producción pueden empezar a reducir su consumo de agua. La mejor forma de hacerlo es teniendo en cuenta los principios del desarrollo sostenible. A su vez, también es necesario que cada consumidor adopte hábitos de consumo más responsables.
En este sentido, España tiene el reto de reducir en gran medida su huella hídrica, así como países como Portugal y Luxemburgo. Estas son algunas de las regiones que lideran el ranking de mayor huella hídrica de todo el planeta. La explicación es sencilla, ya que la huella está estrechamente relacionada con la alimentación que llevamos, es decir, el consumo de productos de origen animal.
La huella hídrica de los diferentes tipos de prendas
La moda sostenible tiene un papel crucial a la hora de reducir la huella y gastar menos agua para la producción de prendas.
Cada vez más empresas apuestan por la ropa sostenible y por procesos que necesiten menos agua para confeccionar una camiseta. En concreto, al confeccionar una camiseta de algodón se necesitan aproximadamente 2 mil 700 litros de agua para convertirla en un tejido que se pueda usar. Para obtener un kilo de algodón se usan 10 000 litros de agua.
También debes tener en cuenta que para fabricar el pantalón vaquero, la camisa, el vestido y toda la ropa interior que tienes en tu armario, también se necesita una gran cantidad de agua. Cada una de las prendas requiere de una suma concreta de líquido.
Para los jeans se necesitan unos 8 mil litros de agua, que equivale al número de litros que se toma una persona en unos 7 años.
Fuente: Agencias