Los síntomas de depresión o ansiedad no siempre son fáciles de localizar, incluso para la persona que los sufre: un experto aporta cuatro claves para desenmascararlos y actuar en consecuencia.
Esta pandemia que lleva más de un año con nosotros no solo ha dejado una larga lista de secuelas físicas para los miles de personas que han pasado la enfermedad, sino también psicológicas, en general, para toda la población. En especial a aquellos que han tenido que enfrentarse a un duelo por la pérdida de un ser querido, pero también para los más afortunados que aún no saben si estuvieron contagiados, no han notado ningún síntoma o no han sufrido el coronavirus de cerca.
Por ello, es más necesario que nunca recuperar energías y fuerzas para seguir adelante y no dejarnos vencer por el virus ni sus consecuencias. Ahora, lo que más prima entre la población es una fatiga pandémica a raíz de tantas restricciones a la vida social y una sensación de incertidumbre que desde que empezó la crisis sanitaria no ha cesado. La preocupación por la economía después de haber vivido un año tan negro en el que tantos trabajadores perdieron su empleo y otros tantos empresarios se vieron en la ruina es otra de las causas de este malestar psicológico generalizado.
"La empatía es una habilidad vital todopoderosa. Agudiza el ojo para detectar la infelicidad y será más fácil hallarla también en ti mismo"
Antes de nada, recuerda que si crees que necesitas ayuda psicológica lo primero que debes hacer es ponerte en contacto de un profesional. Ellos son, al final, las personas más indicadas a las que recurrir en los momentos difíciles o para sanar las heridas que nos ha dejado la pandemia. Es posible que en esta vida social que poco a poco empieza de nuevo a arrancar, te encuentres con gente que parece haber sobrellevado bastante bien todos estos meses.
Ante este contexto en el que la salud mental se ha vuelto tan frágil, merece la pena incidir en que estés con quien estés y dónde estés, lo más esencial en estos momentos es que trates a las personas con dignidad, ternura y cordialidad, pues nunca sabes la lucha interna que hay en cada individuo consigo mismo ni cómo se manifiesta. Puede parecer que por fuera todo va bien, pero por dentro la realidad es más complicada.
Los cuatro puntos
Recientemente, Sean Kernan, un divulgador de contenidos de psicología, publicó un artículo en 'Medium' en el que ofrece una serie de pistas para saber si esa persona que parece tan feliz y contenta con su vida en realidad está actuando de cara a los demás y por dentro está viviendo un auténtico infierno. Según él, hay cuatro señales que delatan infelicidad: "se pasan la mayor parte del día dormidos o tienen cambios repentinos de humor y en sus niveles de energía, enloquecen por cosas absurdas como canalización de su tristeza, la comunicación que tiene con los demás empiezan a fallar, se desvanecen o cambian abruptamente, pudiéndose alejar o no cumplir con compromisos" y, por último, "adoptan nuevos pasatiempos o se sumergen en ellos para evitar aceptar la realidad, intentando escapar".
Kernan incide en la empatía para saber detectar y a su vez ayudar a esa persona que está sufriendo en silencio y que apenas puede comunicar las razones de su descontento, pesimismo o desilusión. "La empatía es una habilidad vital todopoderosa", recalca. "Agudiza el ojo para detectar la infelicidad y será más fácil que también la halles en tí mismo. Podrías cambiarle la vida a alguien si llegas a notar su dolor cuando otros no lo hacen".
Fuente: ElConfidencial