La abstención de ordenadores y móviles podría incrementar nuestra capacidad de resolver problemas de manera creativa.
El nacimiento de Internet, a finales del siglo pasado, supuso una revolución sin precedentes, cuyo legado nos marcará todavía durante mucho tiempo. Gracias a ella, hoy la información viaja más rápidamente que nuestros propios pensamientos e incluso está cambiando la forma en que nos comunicamos. La evolución natural de aquel invento, el advenimiento de la web 2.0 y de las redes sociales, ha propiciado el desarrollo y difusión de ordenadores y móviles inteligentes, haciéndonos descubrir un mundo tecnológico antes inimaginable.
En fecha reciente, varios estudios han registrado una disminución dramática en el contacto directo de las personas que viven en zonas urbanas o suburbanas con los entornos naturales y un constante aumento de la interacción de estos individuos con las herramientas tecnológicas. En Estados Unidos, por ejemplo, los niños pasan tan solo entre 15 y 25 minutos diarios jugando al aire libre o practicando algún deporte y esta cifra está destinada a disminuir. Este cambio de estilo de vida acarrea claras consecuencias para el bienestar físico, pero ¿qué impacto tiene en términos cognitivos?
Según un grupo de psicólogos de las Universidades de Kansas y de Utah, alejarse del mundo tecnológico que nos rodea diariamente durante cuatro días puede mejorar el 50 por ciento nuestra capacidad por resolver problemas de forma creativa. Su trabajo, publicado en la revista PLOS ONE, destaca que dicha ventaja cognitiva se debe a un aumento de la exposición a los estímulos naturales, que son emocionalmente positivos y requieren una baja actividad cerebral.
La investigación se llevó a cabo mediante el análisis de las capacidades cognitivas de 56 personas de ambos sexos, que participaron en una excursión de entre cuatro y seis días en un entorno natural y sin tener acceso a ningún dispositivo electrónico. El día anterior a la salida y al cabo de cuatro días, sus responsables evaluaron la creatividad y capacidad de los probandos en la resolución de problemas.
Los resultados pusieron de manifiesto que, tras el «ayuno tecnológico», el número de respuestas correctas pasó de un valor promedio de 4.14 a 6.08 (sobre 10), con un aumento del rendimiento levemente inferior al 50 por ciento. Además, la menor exposición a labores multitarea, al esfuerzo continuo por mantener una atención elevada e inhibir algunas acciones consideradas irrelevantes en un determinado momento, puede representar una mejora para la eficiencia cognitiva de la mente humana.
Con todo, los investigadores reconocen que el estudio no explica si dicha mejora se debe a un aumento de la exposición a la naturaleza, a la abstención de ordenadores y móviles o bien a otros factores asociados al tipo de excursión.
Fuente: Muy Interesante