Un equipo de científicos ha descubierto de qué forma el cerebro humano separa, almacena y recupera recuerdos.
Un equipo de investigadores del hospital Cedars-Sinai Medical Center en Los Ángeles (Estados Unidos) ha identificado dos tipos de neuronas que parecen estar involucradas en la formación de recuerdos. Esas neuronas son responsables de construir límites que marcan el final de un fragmento de memoria y el comienzo del siguiente recuerdo.
Mediante un método inusual
La mayoría de los estudios de la memoria se basan en la técnica estándar de mostrar a los participantes de la investigación un objeto para recordar, como una foto, por ejemplo, y luego pedirles que la recuerden más tarde. Esa configuración experimental impone límites sobre cuándo se inicia y se detiene una memoria. "Esos eventos están predefinidos por el experimentador", dice Ueli Rutishauser, coautor del trabajo que publica la revista Nature Neuroscience.
En cambio, decidieron probar un método inusual partiendo de la pregunta, ¿Cómo forma y organiza nuestro cerebro los recuerdos? ¿Qué marca el principio y el final de un recuerdo? Es una teoría que se conoce como "segmentación de eventos" y lo cierto es que sabemos relativamente poco sobre cómo funciona este proceso en el cerebro humano.
En su experimento, contaron con la participación de 20 pacientes a los que se les estaba realizando un registro intracraneal de la actividad cerebral para guiar la cirugía para el tratamiento de su epilepsia. A estos pacientes con epilepsia se les implantaron electrodos quirúrgicamente en el cerebro para localizar dónde se estaban produciendo las convulsiones.
Límites duros y blandos
Observaron cómo la actividad cerebral de los pacientes se veía afectada cuando se les mostraban fragmentos de películas que contenían diferentes tipos de "límites cognitivos", transiciones que se cree desencadenan cambios en la forma en que se almacena un recuerdo y que marcan el principio y el final de los "archivos" de memoria en el cerebro. Se centraron en lo que llamaron límites "duros" y "blandos".
“Un ejemplo de un límite blando sería una escena con dos personas caminando por un pasillo y hablando, y en la siguiente escena, una tercera persona se les une, pero sigue siendo parte de la misma narrativa general”, dijo Rutishauser. Un límite duro evoca una gran desviación en la narrativa en curso.
Lo que encontraron fue increíble. Aproximadamente 300 milisegundos después de que un participante viera un corte en un videoclip, ya fuese un límite duro o uno suave, las neuronas que los investigadores llamaron "células de límite" se activaban brevemente. Algo similar sucedió en un tipo diferente de celda después de límites duros como un cambio de escena dramática. Así, pudieron identificar dos tipos de neuronas que respondían a estos límites cognitivos: "células de límite", que respondían tanto a límites suaves o blandos como a límites duros, y "células de eventos" que respondían únicamente a límites duros.
Esto condujo a la teoría de que la creación de un nuevo recuerdo ocurre cuando hay un pico en la actividad tanto de las celdas de límite como de evento, que es algo que solo ocurre después de un límite duro.
“Una respuesta de límite es como crear una nueva carpeta en el escritorio de nuestro ordenador de sobremesa. Entonces ya puedes depositar archivos allí. Y cuando aparece otro límite, cierras la primera carpeta y creas otra”, aclara el experto.
"Se cree que los ritmos theta son el 'pegamento temporal' para la memoria episódica", acaró Jie Zheng de la Facultad de Medicina de Harvard y coautor del estudio. "Creemos que la activación de células de eventos en sincronía con el ritmo theta crea enlaces basados en el tiempo a través de diferentes carpetas de memoria".
El estudio fue apoyado por la iniciativa Brain Research Through Advancing Innovative Neurotechnologies (BRAIN) de los Institutos Nacionales de la Salud y publicado en Nature Neuroscience.
Fuente: Muy Interesante