Un estudio comprueba que ambos hemisferios pueden participar en el proceso creativo dependiendo de lo experimentado que es el artista
Durante mucho tiempo se ha extendido la teoría de que las las personas creativas utilizan predominantemente el hemisferio derecho del cerebro, y las más lógicas y analíticas el izquierdo. Los investigadores David Rosen y John Kounios del Laboratorio de Investigación de Creatividad de la Universidad de Drexel (Estados Unidos) realizaron un estudio para poner a prueba esta teoría, y los resultados indican que, en realidad, no ocurre así siempre.
En el estudio se analizó la actividad cerebral de 32 guitarristas de jazz durante la improvisación de una pieza. Algunos de los músicos eran más experimentados, con más actuaciones en público a sus espaldas, y otros eran más inexpertos. A cada participante se le pidió improvisar seis piezas. Posteriormente los investigadores asesorados por cuatro músicos de jazz expertos calificaron piezas atendiendo a su creatividad, competencia técnica y atractivo estético.
Durante la interpretación, a los guitarristas participantes se les puso en la cabeza un electroencefalógrafo (EEG) de alta densidad, que proporciona más detalle que un encefalograma convencional. Si se comparan todos los resultados, las interpretaciones más creativas estaban asociadas a una mayor actividad del hemisferio izquierdo, y las menos creativas con el hemisferio derecho, al revés de la teoría convencional.
Sin embargo, cuando se toma en cuenta la experiencia del artista, el hemisferio derecho resulta ser el más relevante para el proceso creativo en los intérpretes más experimentados.
Además, se comprobó que los músicos más novatos tenían una mayor actividad del lóbulo frontal durante la improvisación, que no se veía en los más experimentados. Es decir, los guitarristas con menos experiencia tenían que «pensar» mientras tocaban, y los más expertos lo hacían de modo más automático.
Esto indica que el proceso creativo de la improvisación en el jazz es dual. Las piezas más creativas resultaron ser aquellas que incluían un mayor grado de exploración y menos secuencias establecidas. Pero esto solo se hace posible cuando ha una experiencia previa que permite automatizar esa tarea para no tener que pensar en la interpretación, y de este modo el hemisferio derecho puede dedicarse a la creación.
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Fuente: Quo