Según estudios científicos, practicar la atención plena antes de dormir ayuda a conciliar mejor el sueño, estar menos cansados, menos deprimidos o padecer insomnio.
Esta práctica de meditación implica centrarse en tu respiración y dejar de lado las preocupaciones. Tiene sentido: en general lo que nos impide dormir es pensar en todo lo que nos quedó por hacer o el día que nos espera al levantarnos o en algunas de las tantas otras preocupaciones que podemos tener en nuestra vida.
Entonces, al dejar de lado las preocupaciones y centrarnos en la respiración, a nuestro cuerpo no le quedará otra alternativa: tendrá que relajarse.
Olvídate de las pastillas para dormir, seguro que con este consejo podrás dormirte rápidamente y lo mejor de todo: descansar tal como te lo mereces. No hay nada más feo que despertarse más cansado de lo que uno se acuesta. Así que a relajarse, respirar lenta y profundamente y disfrutar de una noche reparadora de sueño profundo.
Aquí algunas recomendaciones para lograr relajarnos: Elige una fuente de relajación: puede ser tu respiración, una canción, una frase, lo que tú prefieras. Lo importante es que te concentres en esa fuente de relajación a la vez que inhalas y exhalas lenta y profundamente.
Suelta todo el peso que viniste cargando: es el momento de relajarse y dejarse ir. Y si notas que tu mente busca esos problemas o asuntos pendientes no te hagas recriminaciones, solo vuelve a concentrarte en el sonido o frase de relajación.
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#PiensaPositivo
Fuente: Agencias