Sobreponerse después de un desastre natural como un huracán o un terremoto no es tarea fácil.
El Doctor Julian Ford es profesor en el Departamento de Psiquiatría en la Universidad de Connecticut y propone tres pasos para recuperar la tranquilidad después de un desastre. Aquí te los compartimos:
1. Ponle nombre a lo que sientes
Lo peor que podemos hacer después de experimentar una situación de alto estrés es reprimir nuestras emociones y negar que estemos conmocionados. Sentirse mal es absolutamente normal.
El primer paso hacia la recuperación es admitir que no nos sentimos bien. Después, lo ideal es identificar cómo te sientes. No tienes que definirlo con una palabra exacta. Describe tus miedos, tus ideas, lo que piensas, compárate con el personaje de un libro o una película. Exprésate de la manera que te salga más natural, pero no te guardes tus emociones. Saber cuál es el problema te ayudará a manejarlo.
2. Haz una pausa, piensa y enfócate
Pensar en el futuro durante y después de una tragedia es abrumador. Miles de preguntas y preocupaciones llegan a tu mente y no sabes cómo reaccionar ante todas ellas. Ese es el momento de detener tu tren de pensamiento y preguntarte: ¿qué es lo que más me preocupa?
No pienses demasiado la respuesta. La primera idea que venga a ti con probabilidad es la que ocupa una mayor parte de tus miedos. Tal vez sea tu familia, tus amigos, o tu casa. Sea la que sea, concéntrate en ella y, ahora sí, busca cómo manejar la situación basándote en ese miedo mayor. Recuerda: divide y vencerás.
3.- Revisa tus niveles de estrés durante los días siguientes
La mejor manera de reconocer si la tranquilidad al fin está regresando a nosotros es comparando qué tan estresado te sentías el primer día del desastre con el día presente. Califica tu nivel de estrés en una escala del 1 al 10 para que te sea más sencillo llevar un registro.
Si aún te encuentras en un nivel alto, no dejes de tomarte una pausa para reflexionar y enfocarte en eso que más te preocupa. Si estás en un punto más estable (entre un 3 y un 5), esto no quiere decir que debas dejar de tomar en cuenta tus emociones. Aprender a seguir enfocado, incluso en momentos de calma, te ayudará a controlar mejor tus sentimientos cuando te enfrentes a otra situación estresante.
Pero si ya han pasado varios días y notas que tus miedos no disminuyen, la recomendación es buscar ayuda psicológica de un profesional. Esto no quiere decir que exista algo mal en ti, si no que necesitas del soporte de alguien más para seguir adelante. Y eso a todos nos pasa en algún momento.
#PiensaPositivo
#FuerzaMéxico
Fuente: Vix
Gracias Mariano, siempre estas pensando en todo.
Eres genial, un abrazo