Te levantas con dolor de cabeza porque dormiste mal, tienes que ir a trabajar y, por supuesto, estás irritada e incómoda. ¿Te suena familiar? Son síntomas que afectan a la gran mayoría de las mujeres trabajadoras que viven la etapa del climaterio.
A nivel mundial, el número de mujeres pre y post menopáusicas que trabajan va en aumento y las cifras del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos confirman esta tendencia en nuestro país. En 1994, el 24% de las mujeres mayores de 55 años trabajaba o buscaba trabajo; para el 2004, la cifra aumentó a 30.5%, y esta dependencia gubernamental pronostica que la cifra seguirá en aumento durante los siguientes 20 años.
Ante esta realidad hay dos aspectos fundamentales a considerar. En primer lugar, los empleadores deben crear el ambiente necesario para que las mujeres que presentan síntomas atribuibles a la menopausia se sientan cómodas. En segundo lugar, y no menos importante, las mujeres debemos de tomar conciencia sobre la importancia de implementar ciertos cambios en nuestra rutina diaria.
Síntomas y cómo atacarlos
Es fundamental entender, desde el punto de vista hormonal, lo que está ocurriendo en tu cuerpo. El declive en la producción de hormonas femeninas afecta de manera muy variable a cada mujer. Si bien para algunas llega a ser extremadamente molesto e incómodo, para otras puede pasar incluso desapercibido. Esto tiene que ver con varios factores. Primero, por supuesto, influye la genética, pero también depende muchísimo del estilo de vida de cada mujer.
Durante los últimos cinco años, diversos estudios han dado a conocer las principales adversidades que enfrentan las mujeres que trabajan: trastornos del sueño, cansancio, desánimo, dificultad para concentrarse y pérdida de la memoria. Está demostrado que hacer ejercicio cotidianamente, incluyendo actividad aeróbica, pesas y estiramientos, contribuye sustancialmente a mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés y combatir el insomnio. Así que a partir de hoy inicia una rutina deportiva. Puedes desde tomar clases de tu baile favorito hasta acudir a un gimnasio o simplemente salir a la calle a trotar o andar en bicicleta.
Los ejercicios de relajación también son muy útiles para reducir el estrés y la ansiedad. Procura hacer espacio en tu agenda todos los días para meditar. Antes de dormir, resulta gratamente relajante dedicar unos minutos a la meditación. Si nunca lo has hecho, múltiples libros y videos te pueden enseñar a incluir la meditación en tu vida.
Consejos para sobrellevar los síntomas en el trabajo
Pero, ¿qué hacer cuando estás en tu lugar de trabajo? Los bochornos o sofocos, para muchas mujeres, generan incomodidad frente a sus compañeros de trabajo, haciendo que su autoestima merme. De ahí que se recomiende a los empleadores educar, a todos los trabajadores, acerca de la menopausia. También, se sugiere a las compañías contar con ventilación adecuada o aire acondicionado, agua fresca y baños accesibles. Sin embargo, es mucho lo que puedes hacer tú para sentirte mejor y aquí comparto siete consejos:
- Para contrarrestar los bochornos ten a mano un termo con agua fría, incluso con hielo. Coloca un ventilador portátil en tu escritorio o guarda uno manual en tu cartera.
- Procura vestirte utilizando varias capas de ropa para que siempre puedas quitarte algunas en caso de sentir calor. Opta por usar prendas de algodón, evita las sintéticas y especialmente las fajas que, además de generar calor, te impiden respirar profundamente para relajarte.
- Si tienes el cabello largo, ten a la mano una pinza o liga para recogértelo cuando sientas calor.
- Cuando tengas un momento libre, aprovéchalo para ir al baño. Vaciar regularmente la vejiga ayuda a prevenir las pérdidas involuntarias.
- De ser posible, encuentra espacios para caminar un poco y hacer ejercicios de relajación cada dos horas.
- Cuando te sientas especialmente ansiosa, procura dejar que tu mente divague unos minutos. Un reciente estudio sobre psicología cognitiva y neurociencias revela los beneficios de dar rienda suelta a pensamientos espontáneos para controlar la ansiedad.
- Si sientes que tienes la confianza suficiente para hablar con tu jefe del tema, hazlo. Siempre llevándole posibles soluciones que pueda implementar sin mayores dificultades.
Finalmente te quiero decir que a pesar de las dificultades encontradas en los espacios de trabajo y el esfuerzo que deben realizar para cumplir con sus responsabilidades, para la mayoría de las mujeres tener un empleo tiene un efecto altamente beneficioso para su bienestar psicológico y mental. Tener un trabajo fuera de casa contribuye a distraerte de las tensiones que se suscitan en el hogar, a mejorar tu autoestima y a darte la oportunidad de enfocarte en temas diferentes a tus sensaciones corporales. La convivencia con otras personas y una actitud positiva también contribuyen a distraer la atención de los malestares físicos de la menopausia. Así que si tienes la fortuna de contar con un trabajo, aprovecha y dedica tu atención a tu actividad laboral, cualquiera que ésta sea, procurando alcanzar la excelencia.
Fuente: Aarp