Un equipo de investigadores médicos de la Universidad de Aberdeen (Escocia) ha llegado a una reveladora conclusión: ni siquiera el paso del tiempo puede reparar siempre un “corazón roto”.
Para el estudio -financiado por la Fundación Británica del Corazón (BHF, por sus siglas en inglés)-, los científicos analizaron durante más de cuatro meses a 52 pacientes con edades comprendidas entre los 28 y 87 años que sufrieron lo que se conoce oficialmente como el “síndrome takotsubo”.
Esta poco conocida condición fue acuñada por primera vez en Japón en 1990 y se da cuando el músculo del corazón es “sorprendido” repentinamente, haciendo que el ventrículo izquierdo cambie de forma. Por lo general, este problema suele estar motivado por un “estrés emocional o físico intenso”.
“Preocupantemente, los corazones de estos pacientes parecen mostrar una especie de cicatrices, lo que indica que una recuperación completa puede tardar mucho más tiempo, o incluso puede no llegar a producirse”, indica Metin Avkiran, director médico asociado de la BHF. Según él, “esto pone de relieve la necesidad urgente de encontrar nuevos y más eficaces tratamientos para esta devastadora condición”.
Los resultados del estudio han mostrado que el síndrome afecta de forma permanente a la capacidad de bombeo de sangre del corazón (retrasa el movimiento de la diástole) y, de acuerdo con la BHF, no existe ninguna cura médica conocida.
“Estamos acostumbrados a pensar que las personas que sufren de cardiomiopatía takotsubo se recuperan completamente, sin intervención médica. Aquí hemos demostrado que esta enfermedad tiene efectos dañinos mucho más duraderos”, alerta Dana Dawson, directora de la investigación.
Las estadísticas demuestran que entre el 3 por ciento y 17 por ciento de los enfermos mueren a los cinco años de ser diagnosticados con esta patología. Alrededor del 90 por ciento de ellos son mujeres, y el desencadenante a menudo está relacionado con la muerte repentina de un ser querido. En la mayoría de los casos, no obstante, el ventrículo izquierdo vuelve a la normalidad en unos días, semanas o meses.
Por lo general, los médicos realizan un seguimiento con ecocardiogramas periódicos, y a menos que el paciente tenga un problema cardiaco subyacente, no se aplica ningún tratamiento adicional. La BHF sostiene que es necesaria una mayor investigación para establecer si la cardiomiopatía takotsubo puede transmitirse genéticamente a la descendencia.
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Fuente: LaPosta