Siempre nos convence la idea de que salir de vacaciones a la playa o a cualquier destino fuera del lugar en donde vivimos, es necesario para descansar de la rutina y recargar las pilas. Y la verdad es que la mayor de las veces regresamos muy cansados y sin mucha pila.
No podemos negar que el trayecto y todo lo que esto implica ya sea por auto, autobús o avión, así como los cambios extremos en que muchas veces caemos cuando de comer o dormir se trata, nos producen agotamiento físico. Por supuesto que todo esto mientras sea en nombre de la diversión y no por el trabajo creemos que hace la diferencia, ¿no es así?
Tal vez sería bueno que de vez en cuando reconociéramos los beneficios de pasar unas vacaciones en casa. ¡Ojo! no me refiero a quedarse a limpiar y reacomodar y reorganizar cuartos, sino verdaderamente quedarse a vacacionar en casa y en la ciudad en donde vivimos.
Y en lugar de pasar horas en la carretera lidiando con camiones de carga y autos descompuestos que entorpecen el tráfico, o mirando las pantallas en la estación del autobús o en el aeropuerto llenas de retrasos; podrías estar mirando el cielo de tu ciudad, y caminando descalza por tu casa. O preparando esos platillos deliciosos que nunca tienes el tiempo suficiente para cocinar y disfrutar, o leer ese libro que compraste desde hace 6 meses y que no has podido ni empezar, debido al cansancio en que acabas cada día.
Este verano podrías decir no a la presión, no a las prisas, no al estrés y si al descanso y al disfrute de tu tiempo, a tu ritmo y posibilidades.
¡Tal vez descubras que las mejores vacaciones son aquellas en las que no necesitaste hacer una maleta!
Mariano Osorio
#Piensa Positivo