Todos somos susceptibles de ser lastimados una o muchas veces en la vida, pero no todos somos capaces de perdonar. Y cuando no perdonamos, nuestra vida se llena de rencor y este terrible sentimiento afecta nuestra salud física y emocional.
El perdón no significa que pretendas que no has sido lastimado, sino que activamente dejes de pensar en una venganza y reconozcas que el rencor y la amargura te hacen daño. Cuando albergas enojo contra una persona corres el riesgo de consumir tu vida en ese sentimiento y perder el gusto por lo que haces, por lo que ves y por quienes te rodean.
Cambia el rencor por el perdón, deja el papel de víctima y libérate del poder que ha tenido en tu vida la persona que te lastimo, sólo entonces podrás enfocarte en todo lo positivo que hay en tu vida.
Mariano Osorio
#PiensaPositivo
Hola señor felicidades saludos