Un mercader tenía tres hijas muy hermosas, aunque la más bonita era la menor: Bella.
Cierto día, el mercader regresaba de un viaje de negocios en el que había perdido todas sus mercancías en un naufragio, por lo que no llevaba ningún regalo a sus hijas. Al pasar junto a un gran palacio, vio un macizo de rosas y se acercó para cortar una para bella, pues era su flor preferida. En ese momento, apareció el dueño del palacio, que era una bestia monstruosa, gritando contra el ladrón rosas.
Para evitar el castigo a muerte, el mercader solo podía hacer una cosa: entregarle a su hija Bella. La muchacha se fue a vivir al palacio de la Bestia, que la trataba muy bien y llenaba su habitación de rosas frescas cada día.
En cierta ocasión, Bella le pidió poder volver a su casa para visitar a su padre y sus hermanas, a las que añoraba, y la Bestia se lo concedió. Cuando Bella regresó al palacio, se encontró a la Bestia a punto de morir. Entonces se dio cuenta de cuánto le quería y le besó para despedirse. Ese beso convirtió a la Bestia en un príncipe, que había sido hechizado por una malvada bruja.
#PiensaPositivo
Éste es uno de mis cuentos favoritos está muy bueno y fue publicado en mi cumpleaños