Un día un hombre compró una caja con soldaditos para su hijo, entre los que había uno al que le faltaba una pierna. El niño tenía también una bailarina de cartón que pronto se enamoró del apuesto soldadito sin importarle que fuera cojo.
Pero una mañana, el soldadito se quedó mal apoyado en la ventana y cayó por ella.
Fue a parar cerca de unos niños que, para divertirse, lo metieron en un barquito de papel y lo tiraron a una alcantarilla, donde casi se lo come una enorme rata. Al salir de la alcantarilla, el barquito cayó al río.
Y antes de que se ahogara el soldadito, un pez se lo tragó.
La fortuna quiso que un pescador atrapara ese pez y lo vendiera en el mercado a los dueños de la casa. Así fue como el soldadito volvió junto a la bailarina. Pero esa noche, en un descuido, ambos cayeron a la chimenea y las llamas los fundieron juntos por siempre.
#PiensaPositivo
El comentario es fuerte pero una realidad de las vueltas que da la vida y de cómo te hace ir por caminos juntos y de repente cuando menos lo piensas da un giro inesperado.
Aunque es doloroso es una realidad.
Gracias por tus cuentos y tus reflexiones.