Los habitantes de Hamelín estaban asustados por una plaga de ratones, hasta que llegó a la ciudad un flautista que decía tener la solución. El alcalde le ofreció cien monedas de oro si acababa con ellos.
El flautista lo prometió. Se puso a tocar y todos los ratones empezaron a bailar a su alrededor. Así, hipnotizados por la música, siguieron al flautista hasta el río, hasta que uno a uno se fueron ahogando. Al ir a cobrar su recompensa, el alcalde le dio solo una moneda de oro. El músico se enfadó y empezó a tocar una melodía tan cautivadora, que todos los niños del pueblo lo siguieron. Todos menos uno que era cojito y se quedó solo.
Un día el niño cojito subió a la montaña donde habían desaparecido sus amigos y allí encontró la flauta mágica. Cuando empezó a tocar, se abrió la roca y de ella fueron saliendo los niños perdidos. A partir de aquel día la ciudad volvió a ser lugar tranquilo y feliz, eso sí, sin ratones.
Increíble!! Acabo de estar justamente en esa ciudad!! Maravilloso!!